Tengo tantas ganas de que alguien se enamore de mí hasta los cuernos. De
que no sea yo la que jale, la que empuje, la que enamore.
Tengo tantas ganas
de sentir que alguien muere por verme, y que gracias a que existo es una mejor
persona.
Tantas ganas de que
alguien cuando ore en las noches le agradezca a su Dios por ese día en que la
suerte lo hizo cruzarse conmigo.
Tantas ganas de que
alguien se enamore de mis defectos, alguien que no se aburra de mi intensidad.
Alguien no se sienta asfixiado por mi forma de quererlo.
Alguien que muera
por un café a mi lado, y por la plática en el carro o caminando. Alguien que
admire como soy, que se enorgullezca de que soy solo suya y de que quiero ser
solo suya.
Alguien que me
obligue a atajarlo, estoy mamada de empujar. Alguien que vibre dos tonos más
alto y que me impulse a vibrar con él.
Alguien que
enriquezca mi intelecto, que me rete. Pero que sepa cuando es hora solo de
besarme y de hacerme el amor locamente. Sin tapujos. Sin tabús, sin moralismos
estúpidos.
Alguien que no
tenga límites, pero que comprenda la moralidad y responsabilidad que debe
acarrear cada acto.
Alguien que pueda
vivir sin mí, pero que no quiera. Que no me necesite, pero aun así considere
que soy una parte importante del andamiaje de su vida, y que aunque sea exitoso
por sí mismo considere que yo lo potencio.
Quiero alguien que
admirar, alguien por que el cometer tantas estupideces en mi vida halla valido
la pena.