domingo, 17 de abril de 2022

Eu posso tentar

Eu  não lembro para quem eu escrevo. 

é assim como o todo termina?

Sim nos reconhecermos? 

Eu tento esquedrinhar em minhas memórias, mas não consigo me lembrar,

Foi você? A data tem informações importantes, com ela eu posso tentar reconstruir algumas das histórias. 

Eu posso tentar. 

lunes, 16 de agosto de 2021

No basta

Parece que de todos estos años de camino, no he aprendido nada.
El tiempo ha traído dolores más profundos, silencios más largos, menos lagrimas.

A la final, me niego a aprender, y el mundo tan sabio entonces, me da dosis más fuertes.

Encerrada en tus paredes de cristal, solo quiero correr. Y dramatizar.

Tenia esperanza, creí que con el amor bastaría, pero nunca basta.
Tenia esperanza, creí que con la voluntad bastaría, pero no alcanza.
Tenia esperanza, creí que la ternura sanaría las heridas, y el tiempo curaría el alma. Pero solo se cubren las heridas, y existen almas imperturbables ante el tiempo. No no alcanza, no basta, no cura,  no pasa.
Tenia esperanza, a la final de eso se trataba, de esperanza.

De divisarnos en el ocaso de los días, uno contra el otro.


Sonreir

 Me gustaría llamarte, comerte a besos

llenarte de aceite caliente, pasar mi lengua por tu ombligo, 

fundirme en tu entrepierna, 

pararme frente al espejo, y desparpajadamente sonreír. 


Me gustaría ser tuya, 

que ese viernes en la noche, me hubieras escuchado, 

que no me preguntaras que quería, 

no darte ese beso, 

no escribirte durante 60 días,

para darme cuenta de que tu amante me metió en su cama contigo, 

y me trato de idiota. 


No es inocencia lo que tengo, 

es estupidez. 

Pero me gustaría, verte una noche más. Mirarte a  los ojos, y sonreír. 


sábado, 18 de agosto de 2018

Historia inicial

Eran inicios de Octubre, una relación de seis años acababa de irse por la borda, aunque para ser franca la relación amorosa se había ido por la borda desde que comenzó, o, para no dar rodeos, no existió. Jamás fui su novia ante los ojos de los demás, me presentaba como su amiga, su compañera de trabajo o por mi nombre, a secas.

La justificación para hacerlo era adecuada, trabajábamos juntos y él era mi jefe, debíamos mantener los mundos separados por el bien de mi carrera, porque yo necesitaba tener autoridad y siendo la novia del jefe, pues, podría verse afectada.

Aunque me incomodaba y nunca estuve de acuerdo con la razón, o la verdad no creía que el mundo fuera a tomar, mis capacidades, mi inteligencia y demás, en segundo plano y solo se fuera a fijar que en las noches también ejercía su autoridad sobre mí, acepte tener una relación así, porque había decidido que podíamos construirnos un mundo.

Creencia que se reforzaba paradójicamente por el hecho de trabajar juntos, y poder potenciar sus habilidades e intentar que no se notaran tanto sus defectos. Por el contrario, mis defectos siempre se notaban, y se potenciaban.

Desde aquí, ahora creo que fue esa realmente la relación que se terminó, veo que también en cierta forma se había convertido en algo tóxico, que nos estancó emocional y socialmente.

Que difícil es soltar, aunque se sea consiente de lo que pasa, aunque el mundo y los mas cercanos te lo griten, y te lo repitan en cada oportunidad. ¿Que te hace ser tan obstinado? 

Pero esa no es la historia que quiero contar, en otra oportunidad lo haré. Transcurría septiembre, y yo, intentaba re armarme, encontrarme o perderme totalmente. Un mes atrás había establecido contacto nuevamente con alguien con quien hablaba esporádicamente por Internet, me había invitado un café, por lo cual me sentía especialmente atraída, todas mis buenas relaciones habían girado entorno a una invitación a un café. 

Esa invitación no se había concretado, la cambiamos por silencio, por saludos esporádicos, por las lecturas que nos hacíamos de lo que compartíamos. No fue café, para no posponer más el encuentro lo invite a celebrar mi cumpleaños con mis amigos jugando bolos, buenos yo jamas dije cual era el motivo.

A la final no se necesitan motivos, las palabras son meras excusas. 

martes, 3 de octubre de 2017

Iluso

Si, las primeras huellas del olvido vienen con el rastro de otros, con sus manos ocupando espacios que alguna vez fueron tuyos.

Que iluso, es imposible quedarse en el mismo lugar. Podría intentarlo y como esas promesas románticas sentarme en la estación a ver pasar el tren.

Y yo, sentada en la estación podre parecer inmóvil, pero jamás será verdad. A la estación llegará polvo y la luz del sol y la lluvia, ah el agua, que lo transforma todo lentamente.

Desde el momento que te fuiste, sabíamos que no habría retorno, yo jamas miro para atrás, y las decisiones son pactos de sangre, inquebrantables.

No seas iluso, nadie se sienta a esperar y sigue igual.