jueves, 26 de enero de 2017

Si de algo me arrepiento es de haber comprado tu amor!!

Los viejos zapatos están en el lugar de siempre, la ropa esparcida por el cuarto, los bolsos y los sombreros mezclados con los libros, en su lugar solo se encuentra la vieja grabadora que hace días no suena.


Por la ventana se ve la fuente, ropa vieja puesta al sol y a la luna, la luna y de vez en vez un par de gatos que llegan a calentar sus patitas en los días de invierno.

Siento oprimido el pecho, y de mi solo brotan anhelos, recuerdos. 

Poco a poco entiendo, lo entiendo todo. Duele estar condenados a ser solo un par de extraños más en este mundo. 

Dos desconocidos, que se sientan en la barra de un bar,  un día cualquiera añorando lo que ya no fue. 

Pero, ya no quiero sentir este vacío. Quiero ese WOW, quiero sentirme viva. 


martes, 24 de enero de 2017

Sola nada

El dolor es relativo, creo que se va transformando en desesperación, en desolación y luego es solo nada.



lunes, 23 de enero de 2017

Déjale a Dios juzgarlo

Sólo quisiera borrarte de la piel esté dolor, y devolverte uno a uno todos tus días. Abrazarte y prometerte que jamás poder humano arrancara de tu cara esa sonrisa. Me gustaría devolverte tanta vida.

Pero no puedo, no puedo. Solo tiendo a hacer mío ese dolor, a cargarlo. Y luego intentar comprenderlo, analizar cada paso. Seguramente también tenderé a juzgarlo, y me llenare de rabia, y de impotencia. 

Y entonces, no entenderé de porque la vida es una mierda, y te has vuelto una con la vida. Que paradójico, porque allí, entonces también te juzgare. Y el monstruo, el monstruo te abra alcanzado, y la sonrisa no se ira, pero seamos francos, ya no es la hermosa sonrisa. 

Me equivoque, el monstruo nos abra alcanzado, atormentado, cada quien, en su debida proporción, sin luchar, sin forcejear, sin ganas de vivir, sin fuerza para morir. 

Ya no evito pensar, o tal vez solo evito pensar. Ahora, detesto al monstruo y te detesto a ti, y al dolor, y a la vida, y aun no logro comprender. No puedo, no quiero. 

sábado, 21 de enero de 2017

Abismos

Algunas noches quiero que vengas, 
De nuevo llegas a mi....

De nuevo llegas a mí, sin previo aviso
instalándote en los rincones,
en los abismos de mi vida.

Ya no recuerdo como escapar de ti,
ya no recuerdo como no contar los pasos,
como no querer encontrarte.

Quiero tenerte y que me poseas, 
pero me falta la valentía 
de quien ya no quiere nada,
Quien ha sellado su destino.

Vuelves a mi como antes, 
como siempre, a reírte a festejar.

Y mi tristeza vuelve contigo, o a causa de ti.
Mientras vemos alejar todo lo que soy, y todo 

lo que nunca he sido. 

viernes, 20 de enero de 2017

El sueño de quererte!!

Esta noche no tengo mucho que decir, hace dias no veo ni oigo noticias, ni sale el sol, ni contemplo la luna. Hace dias, no encuentro una definición de lo que siento, ni claridad en lo que pienso. No hay conclusiones ni avances, ni pruebas, tampoco hay oportunidades.

Estoy sumergida en esta puta melancolia que abandona mis sentidos para colarse a

Enero


Vamos a hablar claro, me gusta la melancolía. Y todo lo que me trae a ella, como un viaje. 

Los días de nubes bajitas, grises, poco soleados. 

Me gusta el sonido de la lluvia, los rayos, las estrellas. La música para cortarse las venas, de ritmos lentos, de historias con finales sinceros, finales reales. 

Me gusta el olor de la tierra mojada, las huellas en la arena, ver vibrar las cuerdas de mi guitarra vieja. Aun que hace mucho tiempo olvide como tocarla. 

El sol de los venados, la brisa sobre mi cara, estar sola. Las calles de la Candelaria o de Usaquén. las iglesias viejas, esas que están pintadas de blanco, y tienen portones de madera. 

Las miradas profundas, esas que sabes que no te están mirando a ti, que están mucho más allá. 

Me gustaban las arepas de mi abuela paterna, y el arequipe de mi abuela materna. Y todas esas tardes en las que intentaron sin éxito pasarme la receta. 

Me gustan las lágrimas que en este instante caen por mis mejillas, porque aún estoy viva, a veces siento.  


Me gusta esta jodida mañana, viajar en carro (solo si conduce papá). Me gusta la melancolía, y creo que por eso me gusto yo también