jueves, 3 de agosto de 2017

Lazos

El extiende su mano, toma su cabeza y la besa. Ella no respira, solo responde y en cuestión de segundos sus manos también se estiran buscando su pantalón. 

Sus manos ya no están en su cabeza, se han deslizado hasta ese punto sin retorno, ya no van a parar. Seguirán besos más largos, se dirán cuánto se quieren follar, correrán a su alcoba, dejando todo sobre el piso.

Al terminar, un lazo más se habrá roto sobre el mundo, o una idea pre concebida, una alucinación más. 


Al terminar, terminara una historia, escribirán otras. 






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