miércoles, 10 de abril de 2013

Sin principios ni finales

Cuentan que la única que no salió de aquella caja fue la esperanza,
No sé, si estaba distraída o dormida, tal vez algo indispuesta.
No sé, quizás fue solo coincidencia. Por qué al final solo parecer caminar entre los jóvenes.

Si te fijas después de mucho andar y divagar por esta fiesta al parecer deja de ser nuestra prisionera y sale de nuestras vidas sin rumbo ni retorno ni medias vueltas. Un día se va, un día ni la esperanza queda.

Cuentan que primero se pierde la vergüenza, y poco a poco también vamos perdiendo la paciencia, la tolerancia, el sentido común, la palabra, la curiosidad, la conciencia.

Es ese momento en el que nos volvemos entes, y caldo de masa. En ese momento nos abandona, llegue la vejez, retornan el miedo y la arrogancia.

Dejamos de luchar, dejamos de sentir, dejamos de creer, dejamos de cambiar y dejamos también que la rutina venza, gane la partida, gane la guerra.

Dejamos de vivir, la vida pasa. Nuestros sueños pasan, nuestros pensamientos cesan, dejamos al viento capitán, y como timonel? ..... Mmmmm. Como timonel, no queda.....

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