Todos los hombres son iguales y sin embargo por más que preste
atención no consigue recordarte en ninguno. No te encuentra, no se topa de
nuevo contigo, todos los nombres un nombre, todos los seres un sueño.
Todo en la vida se fue
volviendo costumbre, el tic, los sermones, los secretos, las mañanas; un
cigarro, el tinto, las noticias, un repaso por las tareas del día, el correo,
el chat y el teléfono. Me rehusó a repetir una vez más este día.
¡Nostalgia de un ayer que no
vivieron, nostalgia de un día que se fue! ¿Que hicieron mal? - se pregunta. ¿Que hiciste mal? - le contestas. Y entones se topa con la respuesta a
su pregunta en tu acertada sugerencia.
Jamás aceptaste tu puesto en
esa mesa, los errores siempre fueron suyos, los aciertos sorprendentes
coincidencias.
Aun así, desde lejos te mira y
se retuerce en el eco de la ausencia. Aun así te busca, en ocasiones te
encuentra, en como toma su café, la postura de su mano, el miedo a volar, el
sonido al caminar, el olor de su camisa, sus fuertes labios al besar o su
melena.
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