sábado, 4 de mayo de 2013

Gracia

Me gustaría contarte tantas cosas, besarte, abrazarte,
Sentirte al menos por equivocación, por un instante.
Yo sé, hay cosas que sólo la mirada puede decir entre tú y yo.
Yo también siento cuando recorres mi cuerpo y examinas cada poro hasta el más oculto de mi ser, yo también lo he intentado a veces.

No sé quién prohibió este encuentro de dos cuerpos que simplemente quieren ser.
Pero me obligo cada noche y me guardo, lo guardo, me recorre el agua fría, y tú, y tu solo me miras. Soy el error en tu vida perfecta, soy el caos, el desorden, la pasión, la luz, la vida que te falta y que me falta.

No sabes cuánto necesito de tu chispa, de tu gracia. No sabes cuánto necesito que me abraces fuertemente y me digas que todo está bien, porque en esos instantes todo está bien.

Aquí, sólo hay instantes compartidos, fugaces recuerdos de una vida pasada y a veces solo a veces añorada (añoro los instantes junto a ti).

Aquí, sólo quedan esos restos de pasión que no recuerdo, instantes que me niego fueron dignos de pasar, fueron míos, fueron, fueron.

Aquí, sólo aquí, un poco más vieja y maquillada, un poco más digna, menos cierta he inocente, menos niña y menos fuerte. Más capaz y más ausente, marcada por lo que fue y mi presente, con el corazón en pedazos, el alma en una astilla y clavan las puntillas que no puedo controlar.


Cansada, fatigada, llena de ganas, de vida y de historias que contarte bajo la tarde naranja y las estrellas del parque que conociste alguna vez.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario