sábado, 22 de julio de 2017

Humedad

Anoche no hablamos, solo te mire a los ojos y sonreí contigo. 

Como me gustaría ser más calmada, ese don poderoso de la cautela, la paciencia, el arte de prolongar la tensión. 

Es cierto, esos instantes previos al desfogue, esos momentos de seducción, de deliciosa obsesión, de mariposas amarillas y corrientazos, son la manifestación humana de la perfección. 




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