¡Si! Las primeras huellas del olvido vienen con el rastro de otros, con sus manos ocupando espacios que alguna vez fueron tuyos.
No seas iluso, es imposible quedarse en el mismo lugar.
Podría intentarlo y como en esas canciones románticas sentarme en la estación a
ver pasar el tren.
Y allí, sentada en la estación pareceré inmóvil, pero jamás será
verdad. A la estación llegara polvo y la luz del día y la lluvia, ah, la
lluvia. El agua que lo transforma todo lentamente, pacientemente.
Desde el momento que te fuiste sabias que no habría retorno,
yo jamás volteo la vista y las palabras son pactos de sangre tallados en mármol.
No seas iluso, nadie se sienta a esperar y sigue igual. De
ser así, sería triste. ¿volverías a algo que no avanza?

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