Deberíamos estar de acuerdo en que no tenemos que
estar de acuerdo. Y vernos más en el otro. Todo en este gran organismo se
parece, los procesos en micro y en macro. Como pequeños fractales, producto de
una obra maestra y perfecta.
¿Por qué atacarnos si opinamos diferente?. Si nuestro punto de vista es distinto, no
tenemos que convencernos. Solo escucharnos, analizarnos, de golpe, encontramos
que algunas de nuestras ideas no son tan desiguales, de pronto se complementan,
o se validan.
¿Por qué esa tendencia a creer que somos dueños de la verdad?, y que nos hace pensar que además existe una
sola verdad. Todo es relativo, relativo a la condición en que se desarrollan
las cosas, los hechos, los organismos, la vida.
En
cierta medida es un mecanismo de protección, lo desconocido genuinamente nos
asusta, y es natural, a la final cuando hemos encontrado ese mejor modo de
hacer las cosas, es muy difícil el desarmar el esquema, y si lo piensas pues da
pereza volver a comenzar.
Hasta el agua fluye por el camino de menor
resistencia, el más fácil y, aun así, su perseverancia la hace la mejor herramienta. Años sobre la misma roca, alteran la roca.
Pero
cuando no hay resistencia, cuando hacemos todo igual, cuando nada nos reta,
cuando nada nos obliga a cambiar, perecemos. Porque no crecemos, no
evolucionamos, no nos hacemos más fuertes, no somos mejores.
En
cierta forma un poco de contradicción. La ciencia dice que la belleza está en
la simetría, dos lados exactamente iguales, pero en contra posición. Podríamos
decir que nuestros extremos ideológicos son esos dos lados simétricos, en cierta
forma es verdad. Utilizando las mismas herramientas, las mismas mentiras, los
mismos esquemas.
Manipulando
con la misma oratoria a las masas, como una receta. Y sin embargo no está del
todo mal, son necesarias. Sin el contraste de uno la genialidad del otro no existiría.
Si nuestra realidad no pareciera tanto una ficción, no existiría ficción.
Las
pasiones son otro punto importante en esta mesa. La necesidad de creer en algo,
y aferrarte a eso. Creer por creer, sin preguntas. ¿Existen respuestas cuando
no tenemos preguntas? ¿Existiría la comedia sin la tragedia? ¿Deberíamos
todos desarrollar algún grado de conciencia? Está bien o está mal existir solo
por existir, ser solo por ser, pasar por la vida sin ningún fin en particular.
A la final eso es la masa, y las masas son necesarias
en nuestros esquemas económicos, no todos pueden ser rey, o el filósofo, o el bufón.
Realmente se necesita que existan esos pequeños papales de cada uno. Y
entonces, ¿por que negar el papel de los que solo existen? ¿Si no existiera el
mal existiría el bien?
¿Por que es tan importante conservar al planeta? ¿Para
que? ¿La vanidad de que sigue aquí? La vanidad de creernos super poderosos, de
querer salvarlo todo, de salvarnos y sacrificarnos. Ahora, por naturaleza si deberíamos
hacer más eficientes nuestros procesos, y si eso logra la sintonía del mundo,
pues perfecto. Pero ¿y si no? ¿Y si esa perfección igual nos lleva a nada?
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